"Para volar hay que primero alzarse sobre sus propios pies.
No vuela ninguno que primero no esté de pie."

F. Nietzsche

martes, 31 de diciembre de 2013

Mis mejores deseos...


Mis mejores deseos para el año que entra. Que sea un año cargado de vida, de encuentros con uno mismo y con el mundo, de risas, de gritos y llantos, de esperanza y creatividad, de rabia, alegría y delirio.

Que la vida nos llene en todos y cada uno de nuestros actos.

Feliz entrada de año a todos.

martes, 3 de diciembre de 2013

Adiós a Ramón Resino



Me gustaría rendir un pequeño homenaje a Ramón Resino, terapeuta incansable del alma humana.

Lo conocí y tuve la suerte de tenerlo como maestro dentro del programa SAT de la Fundación Claudio Naranjo, con la que Resino colaboró durante tantos años. Ramón se encargaba de una de las partes de teatro, como no podía ser menos, y yo acudí decidido a trabajar y aprender de él.

No fue fácil, Ramón me impresionó con su estatura física, y luego me conquistó con la humana. Generaba a su alrededor una energía tal, que uno sentía cuándo Ramón entraba en una habitación, sin haberlo visto siquiera (y esto es literal).

Pero además de lo impresionante, de la enorme sabiduría que almacenaba, yo sentí desde el primer momento una confianza plena en él. Había un permiso, una actitud de aceptación y comprensión para con el otro en Ramón, que yo sentía que, a su lado, podía ser yo mismo, aceptado con todas mis miserias y mis luces. Pocas veces he sentido tanto permiso para desnudarme, en cuerpo y alma. Desde entonces Ramón se convirtió para mí en un referente absoluto, no sólo por su trabajo dramático-gestáltico, impecable y profundo, sino por esa energía paterna, por su autoridad y sus límites claros, incontestables, por su enorme ternura y su disfrute de la vida.

Y luego está, por supuesto, su parte chamán. Impresionante, aquel señor enorme, quedándose parado en frente de ti de repente, accediendo a lugares extraterrenales de donde obtener información sobre uno. De él aprendí que en los campos morfogenéticos no existe el tiempo ni el espacio, con todas las posibilidades que ésto da. Aprendí lo que es un continente ecológico. Y que, a Ramón Resino, no se le toma. Dijera lo que dijera, siempre conmovía el alma.

Siempre llevaré en el recuerdo nuestro encuentro, querido Ramón. Gracias por todo lo aprendido y por tu compañía en el camino.

Desde aquí me gustaría acompañar en el dolor a todos aquellos que queremos a Ramón, familia, compañeros, amigos e innumerables alumnos.